Además fotos de la Misa de los 50 años

Reflexión de don Nicolás Garcés: "Gracias a Dios por el Colegio Tabancura"

06 de Octubre de 2021

A finales de los años sesenta y principios de los setenta un grupo de matrimonios, inspirados por San Josemaría, aceptaron el desafío de fundar un colegio de clara orientación cristiana. La aventura de empezar un colegio en un período en que Chile pasaba por circunstancias difíciles requería una mezcla de optimismo, de valentía, de coraje y sobre todo de una fe muy grande en Dios. Esos padres, al embarcarse en esta aventura de educar, sembraron una pequeña semilla y la cubrieron con la buena tierra del trabajo bien hecho y de la confianza plena en la Providencia Divina. El mismo San Josemaría en su visita a Chile en 1974 alabó la fe con que esos matrimonios habían sacado adelante este proyecto educativo.

"Al ver los frutos de estos cincuenta años del colegio resulta natural dirigir nuestra mirada al cielo y agradecer a Dios por la fe, por el coraje y por la valentía de esos matrimonios fundadores"

Al cabo de cincuenta años esa pequeña semilla ha crecido y ha llegado a hacerse como un árbol en el que anidan muchos pájaros. La misma infraestructura del colegio, con el nuevo edificio de biblioteca en plena construcción, es como una manifestación muy plástica de este crecimiento. Son más de ochocientas cincuenta las familias que anidan actualmente en este árbol frondoso y son más de tres mil los tabacureños que ya han dejado el nido. Esa pequeña semilla ha fructificado en muchos padres de familia, profesionales y sacerdotes que llevan en su carácter y en su personalidad esos sellos educativos que el colegio intenta plasmar en sus alumnos como una marca indeleble: coherencia cristiana, trabajo bien hecho, espíritu de servicio y de buena convivencia, cultura y expresión artística y espíritu deportivo.

"Al cabo de cincuenta años esa pequeña semilla ha crecido y ha llegado a hacerse como un árbol en el que anidan muchos pájaros"

Al ver los frutos de estos cincuenta años del colegio resulta natural dirigir nuestra mirada al cielo y agradecer a Dios por la fe, por el coraje y por la valentía de esos matrimonios fundadores y también por su ayuda divina, sin la cual este proyecto educativo no habría salido adelante. ¡Gracias a Dios por el colegio Tabancura! Y le pedimos a la Santísima Virgen que nos ayude a seguir trabajando con nuevo ímpetu en formar hombres y mujeres cristianos con convicciones profundas que trabajen en el mundo dispuestos a servir a la sociedad.

Padre Nicolás Garcés, Capellán Colegio Tabancura

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